Tercer día en San Pedro. Pucará de Quitor y bicicletas.

Pucará de Quitor
Las ruinas arqueológicas del Pucará de Quitor están a 3 km. de San Pedro, construidas hace unos 700 años, se ubican estrategicamente en la ladera del cerro del mismo nombre y en la orilla del río. Era una fortaleza, construida   con pircas de piedra, utilizada por los antiguos atacameños para defenderse de la expansión de los pueblos vecinos. Y por esto desde esta ladera se tiene una vista privilegiada.

 Es bueno dejar un día o medio para recorrer San Pedro, caminando o en bicicleta. Sus calles de tierra, sus murallas de adobe, su aire y su clima lo hacen un muy buen panorama. Hay muchos locales para arriendo de bicicletas, pero no es fácil encontrar para niños pequeños, para los míos (9 y 10 años) había en una agencia de la calle Toconao a unos metros de la calle Caracoles, en la dirección opuesta a la plaza.  El arriendo diario puede de de CLP$ 6.000 y CLP$ 3.000 por 6 horas. La recomendación es, como siempre, llevar agua sin gas, bloqueador y lentes de sol, también algo para comer.
Los deportes no son lo mío y tampoco la bicicleta, pero los niños estaban felices así que a pedalear se ha dicho. Elegimos ir al Pucará de Quitor, es una ruta relativamente tranquila y con poco tráfico, el camino es con una leve pendiente por lo que obviamente ellos se adelantaron rápidamente, andábamos también con nosotros, una sobrina de 16 años, por lo que perderlos de vista en el camino no me preocupaba.  San Pedro es de tráfico tranquilo pero nunca falta el turista que maneja a mayor velocidad.

Con unas pocas indicaciones de la persona que nos arrienda las bicicletas salimos del pueblo y tomamos la ruta hacia nuestro destino. En un costado de pucará hay un camino angosto que lleva a la Plaza de Quitor, en su centro hay un gran algarrobo añoso, cuya sombra protege el descanso del visitante, y en su costado, artistas han tallado gigantescas caras en la roca del cerro. En una placa se puede leer un hermoso poema que algún viajero le escribió al volcán Licancabur. Si levantamos la vista hacia el horizonte, lo podemos ver, su casi perfecta forma cónica lo hacen uno de los más bellos de la zona y su espíritu ha acompañado a los habitantes de esta región  desde tiempos ancestrales.


Vista del volcán Licancabur
Volvemos a la entrada del Pucará de Quitor, hay estacionamientos para bicicletas, la entrada cuesta CLP$ 5.000 para extranjeros y de CLP$ 3.000 para chilenos. Es administrado por la comunidad Atacameña del ayllu de Quitor, cuenta con cafetería y baños.
La ascensión es por senderos claramente demarcados, y en ellos se puede leer la historia de este lugar, en inglés y en castellano. Se observa lo que queda de las pircas de piedras sin cantear, que alguna vez fueron las viviendas y fortalezas de sus habitantes.  
Vista del Pucará de Quitor
También se subir la colina contigua, por un sendero serpenteante con una magnífica vista del pucará y que sube aún más alto, se llega hasta un mirador desde donde se puede apreciar una vista panorámica del valle, y hacia el oeste los brazos del cordón montañoso de la Cordillera de la Sal, con sus cimas y quebradas esculpidas por la acción del viento. Si se toma este camino, se requiere más tiempo, puede demorar unas dos horas, dependiendo del ritmo de la caminata, es importante hacerla con calma, estamos a 2.400 msnm.



Otra alternativa, que no hemos hecho, es ir hasta la Aldea de Tulor, de interés arqueológico y ubicado a 10 km de San Pedro. También se puede recorrer los “ayllu”, que son comunidades agrícolas que están en los alrededores del pueblo. Los más experimentados llegan hasta el Valle de la Luna pedaleando, importante si es considerar que para esto hay que salir a la carretera por lo que el riesgo es mayor por la gran cantidad de buses que transitan por ella.

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