Un día para niños en Viña del Mar .

Cuando el sol abriga en la costa, es muy agradable caminar por el hermoso paseo costero de Viña del Mar, pero también hay entretenidos museos, edificios patrimoniales, ferias y zonas de juegos en la orilla de las playas donde esperar la puesta del sol.

Partimos en la mañana en el Reloj de Flores, ubicado a los pies del cerro Castillo y  frente a la playa de Caleta Abarca, los niños no lo conocían, y les gusto por su gran colorido y tamaño, lo miramos largo rato y nos sentamos en un bandejón que esta al frente cruzando una calle, sentados en el pasto veíamos a la gente pasar, se sacaban las fotos y seguían su camino, y nosotros seguíamos ahí, los niños jugaban en el pasto y de vez en cuando miraban como avanzaba el tiempo en esos punteros sobre las flores. queríamos un día sin apuros, aunque estuviéramos frente a un reloj. El auto estaba cerca, en los estacionamientos de la playa. Comimos algo rápido y luego fuimos por esa hermosa avenida Marina en dirección al Norte, para estacionarnos nuevamente, en un costado del Hotel Cap Ducal, antes de llegar al estero, esta vez caminamos hacia el Sur, con una bella vista del mar y sintiendo la fresca brisa marina. Caminamos hasta el Castillo Wulff, de hermosa arquitectura y construido sobre las rocas es considerado Monumento Histórico de la ciudad, actualmente destinado como sala de exposiciones de arte, de entrada gratuita. Los niños pudieron caminar libremente por sus salones y desde sus ventanas tuvieron una hermosa vista del océano, hay un puente interior con vidrio en el piso y desde acá se puede ver el mar y los roqueríos que estában a nuestros píes. Afuera es un espacio amplio con una terraza con una imponente  vista y un pequeño montículo con escaleras y plantas que permiten un rato de juegos y fantasías. Volvimos caminando, sin apuro al auto, contando gaviotas, mirando el horizonte y conversando. Nuestro próximo destino era el Museo Fonk, ubicado en 4 Norte N° 784,en la zona central de la ciudad. El valor de la entrada es de $500 para niños y $2.500 para adultos, hay que estacionar en las calles cercanas, y si tienes suerte, y esta desocupado el estacionamiento destinado al museo y marcado con línea amarilla frente a este, te puedes estacionara acá, previo aviso a la persona que vende los tickets de entrada para que te de un papel de identificación, para dejarlo en el auto y evitar un parte. Al entrar, a un costado de la fachada, recibe al visitante un Moai, originario de la Isla de Pascua. Es un museo arqueológico, con una interesante muestra de la cultura Rapa Nui, también de Chile continental y de las culturas andinas. En el segundo piso hay una completa colección de artrópodos de todo el mundo, también hay salas dedicadas a distintos  ecosistemas con su correspondiente fauna. Es una muy buena colección,  con una presentación didáctica y entretenida. 

En la tarde,  nuestro recorrido lo terminamos en el sector de la playa Los Cañones, camino a Reñaca, y no por la playa, sino por que este sector cuenta con un amplio estacionamiento ( aunque en verano todo esta lleno), sectores de juegos y mucho espacio para caminar, por lo que decidimos esperar acá la puesta del sol mientras mis hijos jugaban. 


 Otro museo para llevar  a los niños en Viña de Mar es el Artequin, ubicado en Alcalde Prieto Nieto N° 500, interior parque Potrerillos, a unas tres cuadras de la entrada principal de la Quinta Vergara, es un museo de arte para niños, con reproducciones de famosas pinturas de los museos del mundo, tiene una sala interactiva y también talleres. Suelen presentarse obras de teatro infantil, por lo que es conveniente consultar su  página antes de visitarlo, para así coordinar con los horarios de estas actividades. Es su exterior hay una serie de juegos de mucho colorido inspirados en la obra del artista catalán Joan Miró. Cuenta con un amplio estacionamiento y se puede llegar caminando desde la plaza de Viña.

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