Un fin de semana con niños en Puerto Varas. Saltos del Petrohué.

Los Saltos del Petrohué son un imperdible de la décima Región. Ubicados en el parque nacional Vicente Pérez Rosales, a unos 60 km de camino pavimentado, desde Puerto Varas por la ruta internacional 225.  El río Petrohué nace en el lago de Todos los Santos y baja a gran velocidad para llegar a un sector de rocas volcánicas dando origen a estos saltos , cuya fuerza  le pone música de agua a ese bello paisaje. Con un entorno siempre verde, producto del clima lluvioso, y donde se pueden observar coigues, canelos y alerces entre otras especies.

En la medida de lo posible y considerando las ofertas de los pasajes aéreos, un fin de semana en Puerto Varas,  puede ser un gran panorama.
Puerto Varas, ubicada en la X Región De los Lagos, a orillas del lago LLanquihue y a 18 kms de Puerto Montt donde esta el aeropuerto del Tepual. Nosotros fuimos en Mayo, época de no mucho turismo a pesar de ser una zona turística todo el año. Es una ciudad con gran cantidad de hospedajes, restaurantes y supermercados. El centro se puede recorrer a pié, y con una larga costanera para caminar junto al lago. De clima lluvioso, pero llovía a ratos lo que nos permitió hacer panoramas todos los días, había momentos de lluvia intensa y luego salía el sol, por lo que vimos más de un arcoiris. Por el clima y por andar con dos niños (10 y 11 años), decidí arrendar auto ( $35.000 diarios con seguro a todo evento) y esto nos facilitó mucho el viaje, y nos permitió aprovechar al máximo los días.
Llegamos a Puerto Varas almorzar y como era un bello día soleado fuimos a los saltos del Petrohue para aprovechar la tarde. El camino es muy bueno, con un paisaje siempre verde, y si no está nublado se puede ver el imponente volcán Osorno. Se pasa por el pueblo de Encenada, donde hay varios lugares para comer y acá nos alejamos de la orilla del lago para seguir por un camino de bosques hasta la entrada de los Saltos del Petrohué.


 El valor de entrada es de $2.000 y para extranjeros $4.000, y en la recepción hay venta de comestibles, artesanías y una agencia que vende actividades de deporte aventura como caminatas, cayak y cánopi entre otros. Mi niña se entusiasmó obviamente, y yo lo pensé, y ya estaba dando los datos para pagar, cuando me fije en las fotos que adornaban el lugar y las copas de los árboles se veían bajo las cuerdas, y hasta ahí me duró el entusiasmo, y a pesar del enojo de mi hija, no hubo cánopi. Ella es aventurera pero su madre no la acompaña, el enojo le duró un rato. Los precios estaban entre los $20.000 y los $40.000 por persona, dependiendo de la actividad.
Los saltos se pueden observar desde unas pasarelas de fierro, de sólida construcción, muy distintas a las de madera y delimitadas por cordeles que yo recordaba de niña. La vista es preciosa es acompañada por el fuerte sonido del agua en su avance y por el golpe con las rocas, no son cascadas, son saltos de no mucha altura, pero de gran belleza, cuando el río trae gran caudal. La vista del río del mismo nombre, los cerros con abundante vegetación y los bosques de sus alrededores, lo hacen un gran paseo. Pasando la boletería, hay otras tiendas de artesanías, una cafetería y baños. El clima era inestable, nos bajamos del auto lloviendo y al rato, para suerte nuestra paró la lluvia. Este recorrido puede ser de una hora o mas dependiendo del tiempo que se dedique a disfrutar el paisaje. 

Vista del río Petrohué.

Hay también dos senderos para realizar caminatas en el bosque, pero por razones de tiempo, no los recorrimos, pero si lo hicimos al día siguiente ya que volvimos al lugar, y son preciosos.

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