Fin de semana en Punta de Choros.

Si  lo que se busca es ver  animales en su habitat natural, Punta de Choros y Chañaral de Aceituno son un maravilloso destino. En el extremo Norte de la Cuarta Región, en sólo 3 días, vimos delfines, ballenas, lobos marinos, pinguinos, chungungos (nutria), variadas aves amarinas, cisnes, guanacos y zorros. Es el mejor lugar para enseñar a los niños nuestra fauna y su entorno.

Guanaco a la orilla del camino
A una hora y media aproximadamente  de La Serena, se toma la Ruta 5 al Norte, se pasa por la cuesta Buenos Aires, hay que buscar la salida que diga Los Choros, esta después de  la salida a La Higuera, y después de un   control de Carabineros. Desde la carretera hasta Punta de Choros es una media hora de buen pavimendo y muchas curvas. A mitad de camino esta el pueblo de Los Choros, de unos 300 habitantes, donde hay almacenes bastante surtidos, y con una rica producción de Aceite de Oliva, por lo que esta zona se ve algo mas verde, por las plantaciones de olivos y otros cultivos. Entre la carretera y Los Choros se pueden ver guanacos a la orilla del camino, por lo que hay que manejar con cuidado y atentos ya que  se mimetizan con el paisaje. Esta es una zona protegida, por lo que la población de estos auquénidos ha aumentado bastante en los últimos años, y es frecuente verlos desde el camino. Como siempre lo recomendable es mirarlos de lejos y no molestarlos en su territorio. 
Iglesia de Los Choros

Plaza Los Choros

Mural

Los Choros
A unos 15 minutos de este poblado, a la costa, llegamos a Punta de Choros, una pequeña y sencilla caleta de pescadores, donde el avistamiento de delfines la ha transformado en un gran foco turístico. Tiene una variada oferta de alojamientos, y algunos restoranes. Entre Los Choros y la caleta el paisaje es bastante árido, y en los últimos años se han hecho varias parcelaciones, por lo que este sector se ha ido poblando, y donde también hay alternativas de hospedaje que pueden ser a más bajo precio. Nosotros nos quedamos acá, en unas cabañas a unos 10 minutos de la costa, por $35.000 para 4 personas. En otro viaje, nos habíamos alojado en unas cabañas a la orilla de la playa, esta vez elegí la soledad , ya que al estar lejos del pueblo, ademas del buen precio,  era también una gran oportunidad de disfrutar del cielo del Norte. Y así fue, la primera noche  disfrutamos de una magnífica Vía Láctea sobre nosotros, las otras dos noche estuvo nublado. A la mañana, despertamos en lo que parecía el medio de la nada, se observaba los cerros muy lejanos y con el fresco de la Camanchaca (neblina costera), un paisaje desértico y muy calmo. 
Despertar en el desierto.
En Punta de Choros hay 2 caletas desde donde salen los botes con los turistas, una la Caleta San Agustín y la otra es la Caleta Los Corrales. Nosotros partimos desde el muelle San Agustín, las salidas son desde las 9 am hasta las 16 hrs aproximadamente, siempre y cuando la marea lo permita, si hay marejadas, no hay salidas. El boleto cuesta $10.000 por persona y los botes son para unas 12 personas, se sale por orden de llegada en la medida que se van llenado. Se recomienda llegar temprano en la mañana, ya que el mar esta mas tranquilo y también por  que la cantidad de gente es variable. Los fines de semana siempre hay mas público, por lo que los botes se llenan rápido, pero si no es así, hay que esperar lo necesario hasta que se llene. Son botes de pescadores, en los que se han puesto butacas, entregan chalecos salvavidas, y el viaje en si es una aventura, sobre todo para mi que soy un animal de tierra firme, y el navegar en un bote no está dentro de mis actividades favoritas. Pero las expectativas de ver delfines, el entusiasmo de mis hijos, el mar azul y la seguridad que inspiran esos hombres de mar  hacen que sea una entretenida aventura. Se navega hacia la isla Damas y la isla Choros, que forman parte de la reserva nacional Pinguino de Humboldt, y que están a unos 12 Km de la costa.  En la isla Choros hay abundante población de aves marinas como cormoranes y piqueros entre otras, entre los riscos se pueden observar algunos pinguinos, también hay lobos marinos y con suerte se pueden ver chungungos. Durante la navegación nos sobrevolaban grandes bandadas de aves, que volvían a la isla, volado en interminables filas, y en  un momento apareció un grupo numeroso de delfines que acompañaron la embarcación por un rato, y esta vista de aves y delfines fue preciosa. Después de disfrutar por unos minutos de estos bellos cetáceos, que nadaban alrededor del bote, continuamos hasta isla Damas, que tiene una playa de arena blanca y aguas color turquesa. Normalmente acá se desembarca y se puede recorrer sin salir de los senderos, pero esta vez por disposición de CONAF no se pudo, y solo la vimos desde el bote. El viaje duró unas dos horas, sin bajar en Isla Damas, el mar estaba tranquilo, no hubo mareos, fue perfecto. En el bote iban 2 tripulantes, la persona que lo maneja a un guía. Recomiendo ir con algo abrigado ya que en el mar el viento es frío.
Isla Choros, colonia de piqueros.
Lobo marino de dos pelos.
Pinguino de Humboldt


Isla Damas
De regreso al muelle, felices de haber disfrutado de un bello recorrido, y sobre todo haber visto un grupo numeroso de delfines, ya que no se garantiza que se puedan ver, y por razones obvia, son animales libres en la inmensidad del mar. Al acercarnos a la costa tenemos  una vista panorámica de la caleta y también se puede observar a lo lejos  isla Gaviota, nos dijeron que es una isla deshabitada y de lindas playas, a la que se puede llegar contratando un bote que lleve y después valla a buscar para poder disfrutar de un día en ella. Le pregunté al guía como se podía saber si habría marejadas, ya que si las hay , los botes no salen, me dijo que una buena página para consultar es www.windguru.com, que puede ser un buen dato para planificar el viaje.
Vista de Punta de Choros
Vista de Caleta Ssn Agustín. Estos son los botes del recorrido.
El muelle San Agustín  tiene una pequeña  feria artesanal,  también cuenta con baños públicos, bastante limpios, estacionamiento ($1.000) y varias cocinerías que pueden ser una buena alternativa para el almuerzo. Nosotros cotizamos y encontramos un menú de $5.000 por persona, finalmente nos quedamos en el local de la Tia Tais, que por $3.500 daban ensalada, arroz con un sabroso pescado y postre, super conveniente. En el muelle es día de harto movimiento, constantemente salen y llegan botes con pasajeros, muchos de ellos llegan en buses de turismo desde La Serena, que hacen recorridos por el día. 
Después de un reponedor y conversado almuerzo, caminamos por la orilla del mar sin rumbo establecido y  llegamos a la caleta Los Corrales . Fue un paseo tranquilo, de bello borde marino y aunque no se veía sucio, nosotros que recogíamos la basura que encontrábamos , llenamos  2 bolsas grandes ! A medio andar paramos a comprar un rico jugo de fruta que nos ofrecieron  a orilla del mar. 

Habíamos dejado el auto en el estacionamiento, por lo que volvimos al muelle San Agustín, esta vez caminando por el interior y no dimos cuenta que habíamos recorrido una pequeña península ya que el camino interior era mucho mas corto. 

Pasamos a comprar algo de provisiones para el desayuno del día siguiente, y volvimos a la cabaña. Los planes son ir a Los Choros, pero seguir hacia la carretera para tratar de ver guanacos y después ir al humedal que está muy cerca de nuestra cabaña. Aún nos queda mucho día por recorrer.








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